Para los minoristas que buscan llamar la atención en los centros urbanos, la rapidez de la entrega se está convirtiendo en un factor diferenciador por encima del precio. El Quick commerce, Q-commerce, o comercio electrónico rápido en español, ofrece a los clientes un nuevo nivel de comodidad, ya que los productos se entregan en cuestión de minutos y no de días.
Se está invirtiendo mucho en Q-commerce, ya que el mercado de distribución va a seguir creciendo vertiginosamente hasta alcanzar casi los 200.000 millones de dólares hasta 2025.
Algunos expertos creen que el Q-commerce pueda llegar incluso a sustituir los modelos de entrega tradicionales en un futuro próximo, impulsado por la demanda y las expectativas del cliente. Esto supone enormes oportunidades para los primeros en adoptarlo.
Antes de ver cómo puedes adelantarse a la situación y sacar el máximo provecho del Q-commerce, vamos a explorar con más detalle qué es exactamente y cómo funciona.
¿Qué es el “quick commerce” o comercio rápido?
Q-commerce hace que la velocidad y la conveniencia cobren otro nivel de importancia al permitir que los minoristas y las marcas FMCG puedan ofrecer una entrega hiperlocal, hiperrápida y a la carta.
En lugar de esperar unas horas o días a que los productos lleguen después de hacer un pedido online, los productos tardarán media hora o escasos 10 minutos en presentarse en la puerta del cliente. Este cambio revolucionario es posible gracias a los avances en la tecnología de entrega, almacenamiento y pedidos, incentivado por la insaciable demanda de rapidez y comodidad de los consumidores, junto con una población cada vez más urbanizada.
La tendencia cobró aún más fuerza con el confinamiento, cuando muchas tiendas cerraron y los consumidores no podían salir de sus casas. La única opción para la mayoría era pedir a domicilio y el auge de las entregas rápidas se aceleró aún más.
El Q-commerce supone una manera de comprar diferente, es ideal para cuando te falta solamente un ingrediente de la receta que ya has empezado, o para cuando te apetece un aperitivo o un refresco en el momento. Con el Q-commerce, los minoristas se concentran más en la velocidad y comodidad que en el precio.
¿Cómo funciona el quick commerce?
El Q-commerce se inspira en aspectos de la economía que han cambiado rápidamente en la última década. Los servicios de taxi inmediatos y a la carta, las entregas de comida rápida y el concepto de las dark kitchen han revolucionado la manera en que utilizamos los servicios cotidianos. Y ahora ese cambio está llegando al comercio electrónico.
Para cumplir con los disparatados plazos de entrega esperados, en lugar de utilizar grandes almacenes centralizados, los minoristas del Q-commerce utilizan tiendas fantasma descentralizadas o pequeños almacenes repartidos por las localidades urbanas. Suelen almacenar solo unos 1000 productos y deben encontrarse en zonas densamente pobladas para poder generar suficiente demanda.
El modelo se basa en una flota de repartidores on demand que pueden movilizarse al momento para recoger el pedido y entregarlo a un cliente cercano. La tecnología es la clave para lograr la eficacia necesaria en las comunicaciones con los conductores, el envío y la gestión del inventario y pedidos.
Cómo sacar ventaja de la revolución del Q-commerce
No cabe duda que el Q-commerce ha llegado para quedarse, y como mínimo se convertirá en una parte permanente del panorama del comercio electrónico. Las marcas que lleven la delantera, con la optimización de sus operaciones y una preparación anticipada de la tecnología, serán las que realmente destaquen.
Estos son nuestros principales consejos para sacar el máximo partido del inevitable crecimiento del Q-commerce.
La ubicación es fundamental para lograr el éxito.
El Q-commerce depende de un sólido trío: almacenes urbanos, repartidores y proximidad a los clientes. Si una de estas piezas no existe, todo el modelo se desmorona.
Encontrar la ubicación adecuada para tus operaciones es la clave del éxito. No obstante, encontrar la ubicación adecuada en los densos centros urbanos es un reto, sobre todo con la competencia luchando por los mismos clientes.
Las marcas de Q-commerce se basan en datos recogidos por varias fuentes para determinar a qué áreas deben dirigirse. Y a medida que las marcas utilicen el modelo, tendrán que supervisar constantemente los datos obtenidos y tomar las decisiones que correspondan.
Para estar a la altura de las exigentes demandas del Q-commerce, las marcas deben tener datos bien definidos a los que puedan acceder e interpretar. Más adelante se explica cómo hacerlo.
La selección de productos es fundamental
Una de las mayores diferencias entre el Q-commerce y el comercio electrónico es el tipo de compras que realizan los clientes.Las compras realizadas a través del Q-commerce son más bien improvisadas y de última hora, mientras que en el comercio electrónico los clientes planifican con antelación y dedican más tiempo a reflexionar sobre sus compras.
Esto significa que las tiendas de comercio electrónico tienden a tener una mayor selección de productos. Los minoristas del Q-commerce deben simplificar la selección de productos para maximizar la eficiencia. Recuerda, estos pequeños almacenes tienen una capacidad de espacio limitada y los vehículos de dos ruedas no pueden transportar grandes pedidos.
El Q-commerce es ideal para:
Dirigirse a los clientes adecuados
Los datos limpios también ofrecen una percepción precisa de quiénes son exactamente los clientes, de manera que puedas dirigir el marketing a la audiencia adecuada y realizar campañas eficaces para los mejores clientes habituales.
El Q-commerce es más atractivo para los más jóvenes, que han crecido con teléfonos inteligentes, comprando a través de internet y con la posibilidad de tener todo cuanto deseen a su alcance.
Pero para examinar realmente a fondo a tus mejores clientes, será necesario analizar los datos, la demografía de la zona y la hora punta de los pedidos.
La eficiencia de las entregas es esencial
Es evidente que el Quick Commerce tiene que ser rápido o fracasará. Se trata de un reto bastante difícil de alcanzar de forma consistente.
Los minoristas del Q-commerce recurren a bicicletas y motos para lograr entregas rápidas en distancias cortas. La disponibilidad de los productos y el radio de entrega se deben gestionar cuidadosamente, para acompañar la demanda. Una mala gestión provoca retrasos y la pérdida de la confianza de los clientes.
Deliverect ofrece una serie de herramientas para maximizar la eficiencia de las entregas, incluyendo herramientas de gestión de pedidos que recopilan los pedidos realizados en tu propia página web, así como los de cualquier socio de entregas, y las añade directamente en tu TPV.
Ser ágil, adaptable y estar siempre disponible
El Q-commerce implica estar disponible cuando los clientes te necesitan. Es posible que tu tienda tenga que funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, para mantener a los clientes satisfechos.
Además, tendrás que ser sumamente rápido para mantener el ritmo del Q-commerce. Para cumplir con los pedidos a la velocidad requerida, tareas como alterar el menú, retirar los productos no disponibles y gestionar el inventario se realizan bajo mucha presión.
La velocidad y la constante disponibilidad hacen que la eficacia y la automatización sean esenciales. Y cualquier tarea manual tendrá que llevarse a cabo de manera extremadamente eficiente.
Por suerte, existen modernas herramientas tecnológicas que te ayudarán a salir adelante. Deliverect te permite realizar fácilmente cambios de menú, retirar los productos no disponibles y muchas otras tareas desde un solo panel de control. Esto significa que si se cuenta con varias plataformas de entregas para cumplir con los pedidos, no será necesario iniciar sesión en varias cuentas para hacer cambios.
Ganarán los que tengan la mejor tecnología
En última instancia, destacarán quienes inviertan anticipadamente en la mejor tecnología, quienes sean capaces de adaptarse al mercado a medida que este cambie.
Los datos limpios, la excelencia operativa y la versatilidad son los componentes esenciales para triunfar en esta nueva economía. El objetivo de Deliverect es ofrecer a las marcas todo lo que puedan necesitar para sacar el máximo partido del modelo del Q-commerce y adelantarse a la competencia antes de que se den cuenta.